domingo, 22 de marzo de 2015

Wooden heart

Los corazones están hechos de madera: Arden, les talan, tienen muñones, están astillados, portan iniciales grabadas a fuego, son dianas para flechas, sangran savia de días dorados.

Mi corazón acumula nieve por el dolor de tu recuerdo, que cubre la corteza y le cala hasta el primer anillo de edad. Estos cada vez son más finos y peor definidos. Al comenzar el año daba la impresión de que los próximos empezarían a ensancharse, pero no.

Una vez más fueron solo previsiones a largo plazo hechas en tiempos fértiles, y el corazón se quedó quieto. Muy quieto. Con una herida grande, muy grande. Y no había forma de parar la hemorragia. Dejo de producir oxígeno para empezar a expulsar veneno. Le salía de cada arteria y le recorría las venas, enturbiándole los pensamientos. Sus hojas dejaban de ser comestibles y no permitía dar protección bajo el calor de su sombra.


Después volvía a caer, y las lágrimas le anegaban los accesos hasta acorcharle la madera. Entonces ya no quedaba más sangre que bombear y la madera se volvía dura, fría. La mente fría. La cama fría.

Odiaba todo lo que sintió y juró no volver a sentir jamás. Pero volvían a su mente recuerdos de lo bueno que también fue y se daba una nueva oportunidad. Aún quedaba madera seca.


"Lo mejor de ser tú mismo, es que nadie puede serlo mejor que tú"