Una vez más me siento atraído por
el calor que desprende su cuerpo y atraviesa mi ropa hasta quemarme la piel.
Invade mi cuerpo, me toca el corazón y me acelera el pulso. Y la lluvia de ahí
afuera no me calma, y el silencio no me calla.
Le miro mientras me habla y no
puedo evitar colgarme de su mirada. Sus dos grandes ojos marrones que me
atrapan y pierdo la consciencia de lo que hay a mi alrededor. Y no siento nada
ni la gravedad, y no oigo nada ni siquiera a ella.
El simple hecho de que me ame a mí
y no a otro me obsesiona. No puedo permitirlo, no podría soportarlo.