Hay cosas
inexplicables. Cosas que solo te puedes quedar mirando, admirando. Te atrapan
de tal forma que no puedes hacer nada más, pensar nada más. Te embriagan por
unos instantes y tu mundo se paraliza. No pasa el tiempo. Solo sonríes. A
veces, incluso, suspiras.
Te quedas
entusiasmado y completamente abstraído; con la mente en blanco. Sientes como si
flotaras, nada importa, nada te pesa. Todo es perfecto.
Aunque lo que te
produce esta sensación esté delante de ti el tiempo suficiente como para ser
consciente de ello, no podrás realizar ningún comentario para expresar lo que
se te pasa por la cabeza y seguirás callado. Temes que cualquier gesto pueda
romperlo.
Cuando ese
momento se pierde, fugaz por lo común, te cuesta unos minutos reaccionar. Y ya
no te quitas esa imagen, esa sensación, de la cabeza en horas. Quizá días.
Tal
vez se quede grabada en tu memoria para toda la vida.
Probablemente no sepas cuanto comprendo ese sentimiento. Buen título para este post, dado que no es otra cosa que el impacto que produce la belleza en nuestros corazones.
ResponderEliminarEl amanecer, el anochecer, la vía láctea compuesta de polvo y estrellas, aquel bosque, aquella montaña nevada, una foto, una canción, una mirada.
Me alegra ver y leer que sigues actualizando. Muy bien sigue así.
Por ejemplo.
ResponderEliminarhttp://vimeo.com/shawnreeder/onenessnewzealand
Precioso ejemplo:) Gracias por tu comentario.
ResponderEliminar