lunes, 29 de junio de 2015

Compañera

Hola, ¿te he dicho ya lo preciosa que estás está noche?

Brillante, pura, inspiradora.

Tu sonrisa me reconforta entre el frío del cielo raso.



¿Quién dijo que tu luz era reflejo? Tú brillas por ti misma. No mientes, no engañas. Es solo fachada. No hiere tu luz; acompaña. Te admiro y te quiero a partes iguales. Me invitas a ello y yo acepto con gusto, pero luego te marchas y no queda nada. Nada puede sustituirte, porque siempre estás. Puede, pero no es lo mismo.

Te prefiero a ti, dulce compañera. Me sabes a azúcar y a sal en tus noches. Te gusta mirarte en el mar. Ondulante y callada le amas a él más que a nada. Nada lo sabe, pero no me importa. Yo me conformo con observarte.


"No tengo amores platónicos, sino dantescos"


No hay comentarios:

Publicar un comentario