domingo, 20 de octubre de 2013

Sentimientos impresionistas

Atardecer invernal. Dos botas negras. Resuenan sus tacones. Silueta femenina de andares resueltos. Pelo oscuro y ondeante. La calle solitaria iluminada por el verde resplandor de una cruz griega. El viento sopla levantando las tostadas hojas otoñales. Retazos de un pasado efímero. El frío cala hasta los huesos.




De pronto, calor. La diferencia principal entre un lado y el otro. Tan solo los separa un fino umbral. Odio y amor. Escuchar y hablar. Llorar y reír. Sube escalón a escalón hasta su cumbre de paz y felicidad.

Se hunde a la vez en su sofá y en sus pensamientos, mientras todo ese frío, ese viento, ya no le afecta.


"El orgullo de quien acaricia la vida sumergiéndose en cada instante como si fuera el del epílogo"

domingo, 6 de octubre de 2013

De acuerdo

Completa y absurdamente de acuerdo. No sé cómo, pero siempre llego al mismo punto. ¡Joder! Asqueroso punto de mierda. Me tiene hasta las mismísimas narices. Siempre igual, siempre lo mismo. Si es que soy idiota.




Completa y absurdamente idiota. No tengo remedio. ¡Qué coño! ¡¿Cómo que no tengo remedio?! Se acabó, a partir de ahora no volveré a tropezar dos veces con la misma piedra y si lo hago ya no serán tres. Esa es la clave: ser positiva.

Completa y absurdamente positiva.



Este es tu juego. Tú haces el camino, tú pones las reglas.