sábado, 30 de agosto de 2014

Vuelta a casa

Entrar en casa a trompicones e ir esparciendo nuestra ropa. Dejándola caer bajo nuestros pies a medida que nos movemos. Al unísono. Como un todo.

Besarnos detrás de la puerta sin soltar aun las llaves. Acabar empotrados contra la pared del pasillo. Hacer una visita al sofá y acabar enredados en la alfombra.

Tiempo muerto.




Deslizarnos hasta la cama. Perder la conciencia del espacio y del tiempo, disfrutando de cada rincón tu cuerpo, de cada segundo en tu interior.





"Puedes inventar los colores"

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