sábado, 8 de septiembre de 2012

Ange ou démon

Cuando la encontré ya era demasiado tarde. Corrí hacia ella y me lancé a su lado cayendo desplomado al suelo. Parecía poseída por un demonio: temblaba y comenzó a tener pequeñas convulsiones que se volvieron más fuertes a los pocos segundos. Llegué a sentir miedo al ver sus ojos en blanco. Rápida e inconscientemente puse mis manos sobre sus hombros para parar su agonía y, en un momento, se quedó inmóvil.





Comencé a llamarla desesperado, pero ella no atendía a mis súplicas. La angustia se apoderó de mí. La zarandeé enérgicamente en un principio, aunque suave al momento siguiente, cuando me quedé sin fuerzas y comprendí que ya nada podía hacer. 

La vi ahora como un ángel, tendida en el ese frío suelo. La cogí entre mis brazos apoyando su cabeza en mi pecho y, al hundir mi nariz en sus cabellos, me sentí solo e impotente. Ahora sabía que la había perdido, para siempre.


"Cuando se me para el tiempo siento que una fracción de segundo puede ser eterna"

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