domingo, 16 de septiembre de 2012

La bestia

Demasiada tensión acumulada, demasiado ruido. Toda esa rutina comenzó a hacer mella en su ya dolorido espíritu. No podía creer lo que estaba sucediendo, pero parecía incapaz de controlarse. Tenía ganas de gritar, de llorar por tanta rabia y confusión.



Durante una milésima de segundo vi en sus ojos una expresión que nunca había visto antes. Una mezcla entre impotencia y desesperación. Creo que ya nada podía detener aquello. La bestia se había despertado.


"Siempre y cuando el cazado sobreviva, terminará siendo el cazador"

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