lunes, 15 de abril de 2013

Casualidad

Dejo volar mi mente, mi imaginación y me veo en otros mundos, viviendo otras vidas. ¿Qué sentido tendría ahora el retroceder y volver a permitir que el destino te vuelva a colocar en un sitio, en tu sitio? Ese que nos toca por casualidad, ese que no elegimos. En el cual nos encontramos en cuanto inspiramos por vez primera. Del que probablemente no nos movamos en algún tiempo o quizá en toda nuestra vida.

Siempre que nos paramos a pensarlo nos parece algo tan abstracto y tan lejano; tan grande, que no podemos abarcarlo. Nuestra pequeña cabecita es incapaz de hacerse, ni siquiera, una idea aproximada de lo que ocurrió en aquel instante en el que la casualidad decidió situar nuestra existencia en ese preciso paralelo.




No somos conscientes de la relevancia que ello tiene hasta que alguien te lo comenta, preguntándote: “¿Has pensado alguna vez en ello?” Tú te quedas con una expresión absurda mientras intentas asimilarlo, y te dices: “¿Por qué he nacido aquí?”

Pasado un tiempo quizá te rías y pienses qué le habré hecho yo a la diosa Fortuna para que me hiciera comenzar aquí y en ese momento mi vida; y siempre pensarás: “He tenido suerte, mucha suerte”. Incluso llegarás a plantearte el hecho de cuánta gente ha pensado en ello, pero no solo eso, sino cuánta gente no lo ha pensado nunca. Y concluirás que sería muy triste no hacerse nunca estas preguntas ni tantas otras que, seguramente, tienen respuesta, pero que aún no se la hemos encontrado.



"La vida que se pierde por vivir la propia"

jueves, 11 de abril de 2013

Cambios

¿Cómo se puede separar a alguien de tu vida sin dejar cicatrices? No puedes seguir así, pero el cambio traería la desgracia para unos y la alegría para otros; al igual que cualquier otro cambio. Al final todos son iguales.

El único problema es decidirte a darlo. Siempre hay ejemplos, parecidos, guías… que te pueden ayudar, pero que en fondo no sirven de nada. Porque cada persona es diferente y, por tanto, hay que tratarla individualmente, nunca como colectivo. Esto podría llevar al más absoluto desastre, las cosas tampoco se solucionan así.




Nos guste o no, duela o no, hay veces que hay que superar a todo y superarse en todo para llegar a donde se pretende llegar. Siempre consiguiendo o, al menos, intentando no estrellarse. No se pueden cultivar flores de papel, pues se consumirán en sí mismas al rozar el día.

Ahí están los cambios, pero ¿cuándo es el momento adecuado para realizarlos? El momento elegido también puede ser esencial para que el cambio se realice satisfactoriamente. Un solo fallo y todo se perdería. Al filo del tiempo, contando los segundos, buscando las palabras. Siempre serenas y amables, pero afiladas como cuchillos, pues se debe cortar un tallo bastante grueso. No hay que buscar excusas ni inventarse burdas mentiras. La verdad suavizada, pero la verdad por delante.

En cualquier caso, no es mejor saltarse alguna regla… quizá no debiera, pero me resulta tan complicado. Sé que debo hacerlo, pero no es fácil ni agradable. Aunque será lo mejor para todos, ya que por mi parte la situación cada día se vuelve más insostenible.




"Cuando una amistad pende de un hilo y no te queda más que cortarlo para poder continuar"