domingo, 27 de julio de 2014

Mariposa

Cálidas miradas que se entrecruzan como tibias lagunas negras bañadas por la luna. En un intento por romper el delirio, nos lanzamos al vacío de los sueños rotos y caímos sobre una alfombra de flores. Sin más dolor que aquel que deja el pasado, que alivia el presente y que sana el futuro.

Todo es limpio, todo es puro. Un instante en el que nuestras almas se encuentran para fundirse. Bella incandescencia. El calor en el pecho que me llena y me recorre. El mismo que nos juega malas pasadas, el que conseguía trabarnos la lengua o soltarla a placer.




Una mariposa que se aburría de volar sola se metió en nuestro estómago para conseguir que nos riéramos de cosas sin sentido, para tener vergüenza de mirarnos fijamente, para hablar entre dientes lo que deseábamos gritar a los cuatro vientos. Para después obligarnos a sonreírle al mundo, a silbar por la calle, a escribir, y borrar al momento siguiente.


"Hay razones que quitan el sueño, y sueños que quitan la razón"

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